Prefiero el último marco. Sitúa el origen de nuestros problemas en la realidad de nuestros contextos sociales, en lugar de implicar que exista algún defecto en nosotros como individuos, en nuestros genes o en nuestro cerebro. Investigación muestra que el aumento de la ansiedad y la depresión durante la pandemia se predice por factores sociales obvios como la pérdida de ingresos y tener hijos en casa. Sin embargo, nuestros servicios de salud mental y la investigación siguen estando dominados por el enfoque del modelo médico, que llama a las etiquetas que utiliza 'diagnósticos'.
Quizás deberíamos revisar la creación del diagnóstico psiquiátrico arquetípico -esquizofrenia- para entender cómo pasamos de comprender que la depresión, por ejemplo, es causada, para todos nosotros, por cosas deprimentes que suceden, a la noción de que la depresión es causada por algunos de nosotros tenemos algo biológicamente disfuncional dentro de nosotros llamado "trastorno depresivo".
Dos "abuelos" de la psiquiatría, Emil Kraepelin y Eugen Bleuler, fueron los responsables de la invención (o, desde su perspectiva, del descubrimiento) de la "esquizofrenia". En 1893 Kraepelin presentó su nueva enfermedad mental, en la que el deterioro comienza en la adolescencia y termina inevitablemente en la demencia. De ahí el nombre 'dementia praecox' ('praecox' significa temprano). Su problema inmediato fue que algunas personas insistieron en mejorar. No afirmó haberlos curado. Entonces, simplemente cambió el diagnóstico si la gente se recuperaba. El psiquiatra estadounidense Harry Stack Sullivan argumentó en 1927 que: "El diagnóstico kraepeliniano por resultado ha sido una gran desventaja, lo que ha llevado a una gran distorsión retrospectiva de los datos".
En 1911, Bleuler, trabajando en Suiza, publicó su célebre Dementia Praecox o el Grupo de las esquizofrenias. Rechazó la noción de incurabilidad de Kraepelin y demostró que Kraepelin había agrupado numerosos tipos de problemas bastante diferentes. Sin embargo, esto pronto fue ignorado. Hoy en día se ignora cada vez que se usa el término esquizofrenia como si fuera un concepto significativo, unitario y explicativo.
Kraepelin finalmente describió no menos de 36 grupos de síntomas "psíquicos" y 19 tipos de "síntomas corporales". Un paciente podría tener síntomas completamente diferentes a los de otro, pero ambos supuestamente tenían la misma enfermedad. Tales construcciones se conocen como "disyuntivas" y no tienen sentido científico.