En general, en cualquier familia, lugar de trabajo o relación saludable, tener algún nivel de dependencia es positivo.
Un grado razonable de dependencia significa:
- Confiar en que las personas te respalden.
- Poder compartir un problema y confiar en que obtendrá la ayuda que necesita.
- Contento y confianza en su vida, carrera o relación, sabiendo que puede compartir responsabilidades.
Ser contradependiente es todo lo contrario, y algo en marcado contraste con la codependencia, pero igualmente potencialmente dañino.
Por lo tanto, la definición de contradependencia es el rechazo del apego, la intimidad y cualquier tipo de dependencia de otras personas.
Las personas que son contradependientes son adversas a la confianza. Evitan la intimidad o las amistades y se sienten expuestos e infelices cuando dependen de alguien para algo.
Esto puede describirse como " apego evitativo ", es decir, hacer esfuerzos concertados para nunca estar apegado a nada en absoluto.
A menudo, la contradependencia es un rasgo de personalidad que surge de un trauma infantil o de verse obligado a independizarse a una edad demasiado temprana, lo que deja a una persona muy resistente a sentirse dependiente de otras personas, a menudo hasta los extremos.
¿Cuál es la diferencia entre autonomía y contradependencia?
Por supuesto, a veces, ser autosuficiente y no necesitar depender de nadie más es algo grandioso.
Todo el mundo quiere tener su propio nivel de autonomía para tomar decisiones, gestionar situaciones y forjar su camino en la vida.
Sin embargo, la autonomía consiste en reconocer su confianza y su autosuficiencia , pero sin resistirse a buscar apoyo cuando lo necesite.
Algunos de los impactos de ser contradependiente incluyen:
- Ser incapaz de entablar relaciones o abrirse a las personas.
- Luchando con extrema autocrítica, ansiedad y desconfianza.
- Encontrar que es imposible relajarse, dejarse llevar o relajarse.
- Sentirse solo y triste pero incapaz de vocalizar esas emociones.
- Experimentar vergüenza y vergüenza si alguna vez necesita ayuda.
El término medio feliz se describe mejor como interdependencia; es decir, estás contento contigo mismo, puedes tomar decisiones por tu cuenta y no estás controlado por el comportamiento de nadie más.
Sin embargo, puede formar relaciones sostenibles y no tener miedo de ser vulnerable o depender de otros cuando surja la necesidad.