Ese día, el veterano miembro del grupo le dio al novato un poderoso regalo. Ella vio, reconoció y empatizó con su dolor. En lugar de disminuir su importancia en función de las apariencias externas, ella validó, respetó y mostró compasión por él. Al hacerlo, pidió a la mujer que hiciera lo mismo por sí misma.
La curación puede comenzar cuando aceptas la llamada para ser consciente y empatizar con tu dolor. Esto significa reconocer que su dolor, ese dolor profundo en el interior, merece compasión. Ninguna persona merece sentir dolor. Esto también es cierto para ti. Puede reconocer el llamado a un reconocimiento de su humanidad como proveniente de dentro o de un otro que se preocupa. Pero al escuchar la llamada no significa que se va a curar, sólo que usted puede sanar.
En la medida en que te sientas imperfecto y desagradable, debes aprender a experimentar que vales lo que eres como persona, no solo por las cosas que haces o por la imagen que proyectas. Hacer esto significa abrirse a ser verdaderamente visto por usted mismo y cuidar a los demás (para muchos, ese "otro" incluye a Dios). Este es un viaje para descubrir empatía, amor y compasión por la persona que eres.