Dale la vuelta al dicho "trata a los demás como deseas que te traten". ¿Tiene sentido para usted? En lugar de tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti mismo, trata de tratarte a ti mismo de la forma en que tratas a los demás. Lo más probable es que no juzgues a otras personas con la misma dureza que a ti mismo.
Las personas que tienen felicidad espiritual se sienten totalmente cómodas dentro de sí mismas. No buscan forzarse a mejorar de maneras que no son naturales para ellos. En lugar de contar sus defectos, las personas espiritualmente felices cuentan sus bendiciones.
Por ejemplo, tener piernas para caminar, pulmones para respirar, ojos para ver y manos para crear. Si estas cosas tienen prioridad sobre cosas triviales como su apariencia, inteligencia o talento, entonces se acercará mucho más a la felicidad profunda como la felicidad espiritual.
2. Conócete a ti mismo
La felicidad espiritual significa aceptarte a ti mismo por lo que eres dentro. Esto requerirá conocerte por completo. A veces, evitamos cavar tan profundo dentro de nosotros mismos para evitar la incomodidad, pero la evitación nunca conducirá a la felicidad total. Conócete a ti mismo significa nunca confiar en nadie más para la validación o elogios.
Cualquiera que sea espiritualmente feliz comprenderá sus propias fortalezas y debilidades y cómo aprovecharlas. En lugar de decepcionarse al reconocer sus defectos, estas personas los aceptan como parte de ser humanos. Pueden aprovechar sus puntos fuertes porque se han tomado el tiempo para conocerse a sí mismos, y esto les permite prosperar más allá de lo que la mayoría de la gente podría lograr.
3. Encuentra la felicidad en dificultades
Ser espiritualmente feliz no requiere que ignores las tragedias del mundo, ni tampoco significa que nunca enfrentes dificultades en tu vida privada. La felicidad espiritual significa que puedes ser mentalmente estable y optimista en tiempos difíciles.
La capacidad de ver que los momentos difíciles aún pueden brindarle bendiciones es una fortaleza de la que todos podríamos beneficiarnos. El tipo de felicidad espiritual es casi imposible de sacudir. Esto se debe al regalo que está viendo la luz durante los tiempos oscuros. No puedes quitar la felicidad que no se basa solo en los buenos momentos.
4. Siempre agradecido
Estamos naturalmente inclinados a comparar nuestras vidas con los demás. Pasamos tanto tiempo mirando quién tiene "lo mejor", "lo más" o "lo más fácil" que rara vez nos tomamos el tiempo para agradecer nuestras propias vidas. Tener felicidad espiritual va de la mano con ser agradecido. Esto se extiende más allá de las posesiones materiales también.
Las personas espiritualmente felices están agradecidas por más que el hogar en el que viven y los artículos que han recogido. Están agradecidos por la naturaleza, por las oportunidades de aprender y los más pequeños momentos de alegría, por ejemplo. Si siempre estás agradecido por el mundo que te rodea y no solo por lo que "tienes", nunca te lo podrán quitar. Ese tipo de gratitud trae un fuerte sentido de felicidad espiritual que no puede ser interrumpido.
5. Siempre optimista
Las personas espiritualmente felices siempre son optimistas sobre el futuro, incluso si no tienen ninguna razón para serlo. No requieren evidencia para basar su optimismo. La felicidad espiritual significa creer que sucederán cosas buenas, simplemente porque no hay ningún beneficio en creer lo contrario.
Creer que las cosas buenas pueden y vendrán en tu camino es suficiente para hacer feliz a cualquier persona, y si lo tomas en cuenta lo suficientemente profundo, esto se convertirá en un tipo profundo de felicidad.
Esforzarse por ser una persona espiritualmente feliz en un mundo turbulento puede parecer difícil, pero con algunos pequeños cambios en su mentalidad, es posible. Si te permites estar abierto a la positividad en todo momento, podrías ser feliz de una manera que no te puede quitar. Nada es lo suficientemente difícil como para anular la felicidad espiritual porque se basa en la capacidad de ser positivo a través de todo.